La inflación subyacente en EEUU aumentó solo un 0.1% de febrero a marzo de 2025, el menor incremento en nueve meses; el índice de precios al consumidor general bajó un 0.1%, la primera caída en casi cinco años. Anualmente, el CPI subyacente experimentó un aumento del 2.8%, la menor subida en casi cuatro años. Entre los contribuyentes notables a la desaceleración se incluyen las reducciones en los precios de energía, coches usados y tarifas aéreas. Este alivio inflacionario ocurre en medio de nuevos aranceles expansivos impuestos por EEUU, que podrían presionar pronto los precios al consumidor.